La culpa es una emoción social, pero ¿por qué nos sentimos culpables? ¿Y cómo afrontar la culpa?
La culpa es una emoción muy común en la sociedad, nos sentimos culpables casi cada día. Es una emoción que órbita en la galaxia de emociones sociales, concretamente en el espacio más próximo a las emociones ‘negativas’ como la ira y la tristeza.
Ver también ¿Qué son las emociones sociales?
En el mapa de Universo de Emociones las emociones se encuentran en el lugar concreto según su origen. Si analizamos la emoción vergüenza, observamos que la conexión secundaria más intensa es la culpa, y a la vez, tiene conexión directa con contrición, remordimiento y arrepentimiento.
No se nace con vergüenza, culpa o arrepentimiento; se aprende. Generalmente es el contexto familiar, los amigos, la escuela y el contacto social los que educan o des-educan estas emociones.
«¡La culpa, querido Brutus, no es de nuestras estrellas, sino de nosotros mismos que consentimos en ser inferiores!»
William Shakespear
Otras emociones que se encuentran próximas a la culpa, compartiendo galaxia, son el pudor, el rubor, el ridículo, el sonrojo, el corte, la vergüenza ajena o la timidez. Esto se debe a que son emociones que están relacionadas, algunas tanto que incluso pueden ser difíciles de identificar y delimitar de manera aislada.
¿Cómo afrontar la culpa?
La culpa está tan unida a la vergüenza que podemos experimentarlas de manera consecutiva. De hecho, en inglés se distingue entre shame y embarrasement, siendo la primera la vergüenza que sentimos por haber hecho algo malo moralmente. Por ejemplo hacer trampas, hurtar, engañar, perjudicar a alguien, un comportamiento incívico… Es decir, la vergüenza experimentada a raíz de sentirse culpable por lo hecho.
Afrontar la vergüenza es un proceso que pasa por superar sentimiento de culpabilidad o inferioridad injustificados, baja autoestima y timidez.
En este sentido, debemos poner rumbo hacia una liberación emocional asumiendo responsabilidades sin culpa y poniendo en orden nuestros pensamientos.
Finalmente, para cerrar el proceso y evitar el retorno a la emoción de culpa, de lo que se trata es de prevenir tener que sufrirla mediante comportamientos éticos apropiados
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