Según estudios científicos, los adultos deben dormir entre 7 y 8 horas diarias. Además, no basta con dormir, sino que es necesario dormir bien. Te presentamos una lista de consejos y recomendaciones para mejorar la calidad del sueño.

Mejorar la calidad del sueño puede parecer un objetivo poco relevante, pero no es así, descansar adecuadamente es imprescindible para tener un buen rendimiento durante el día. De no ser así, se experimentará dificultad para concentrarse y sensación de somnolencia y cansancio a lo largo de todo el día.
Según indican los especialistas, a nivel emocional, un mal descanso a largo plazo puede llevar a sufrir episodios de irritabilidad, depresión o ansiedad. A nivel físico, explican, dormir mal aumenta el riesgo de tener una presión arterial alta y de padecer enfermedades del corazón o los riñones, obesidad o diabetes de tipo 2.
En definitiva, dormir mal repercute negativamente sobre todos los ámbitos de nuestras vidas. Por ello, es importante y recomendable seguir las pautas que presentamos a continuación para favorecer y mejorar la calidad del sueño.
Acostarse y despertarse todos los días a la misma hora. Crear una rutina mejora la calidad del sueño ya que todo el organismo se habitúa a un horario y está más predispuesto y preparado tanto para dormirse como para despertarse.

No hacer otras tareas en la cama. Actualmente, con el teletrabajo presente en nuestras rutina, resulta tentador trabajar desde la cama algunos días. No obstante, esto perjudica nuestro descanso, ya que el cerebro deja de asociar la cama con el sueño y esto hará que sea más difícil conciliar el sueño a la hora de dormir.
Hacer ejercicio físico, pero no muy tarde. El cuerpo necesita un tiempo de reposo antes de proceder a dormir, por ello, hacer actividades físicas ayuda a mejorar la calidad del sueño, pero no deben hacerse inmediatamente antes de acostarse.
Evitar comidas y bebidas pesadas en la cena. Si el sistema digestivo realiza un gran trabajo para procesar los alimentos y las bebidas ingeridas durante la cena, será mucho más difícil que todo el organismo se encuentre predispuesto al reposo, al menos no lo estará hasta que se haya digerido parte de la comida. Por ello se recomiendan las cenas ligeras y fáciles de digerir.
Acondicionar adecuadamente la habitación. En la conciliación del sueño intervienen también los factores ambientales. Así, el organismo produce una hormona, la melatonina, que induce el sueño. Pero esto sólo sucede si no hay ningún tipo de luz en la habitación. Del mismo modo, también es aconsejable controlar la temperatura, que debe estar en torno a los 18ºC.
Más allá de estas recomendaciones para mejorar la calidad del sueño, si se presentan problemas graves y persistentes a la hora de dormir, es necesario consultar a un médico especialista. Es posible que los problemas para conciliar el sueño se deban a trastornos del sueño como el insomnio o la apnea. En algunos casos, los médicos pueden llegar a recetar medicación para tratar estos problemas. Pero se trata de un diagnóstico que debe realizar un especialista, nunca autodiagnosticarse.
