Desde 2014 los alumnos de los colegios de las Islas Canarias cuentan con la asignatura de Educación Emocional y, para su enseñanza, muchos son ya los que cuentan con los materiales de Universo de Emociones.
Canarias fue la primera comunidad autónoma en dar el paso e incluir en los planes educativos de sus colegios la asignatura de Educación Emocional. Desde 2014, los alumnos canarios de primero a cuarto de primaria (de seis a nueve años) tienen 90 minutos de educación emocional a la semana. Y muchos colegios utilizan los materiales de Universo de Emociones como herramienta para la educación emocional.
Se trata de una asignatura obligatoria en la que a los niños se les enseña a identificar y gestionar sus emociones y sus estados de ánimo. Por ello, por un lado, el mapa, que agrupa las distintas emociones en galaxias y constelaciones, recreando una representación del Universo aplicado al cosmos que constituyen las emociones. Por otro, el libro Universo de Emociones, escrito por Eduard Punset y Rafael Bisquerra y editado por PalauGea, en el que se explican las diversas emociones, su origen, su función y algunas pautas para su gestión, entre otros datos de interés sobre estas.
Además, muchos docentes de centros de enseñanza con alumnos con discapacidad psíquica también utilizan estos materiales para facilitar la explicación de la gestión emocional. Este es el caso de María Nazaret Carrasco, profesora de Formación Profesional adaptada a personas con discapacidad psíquica en el IES María Pérez Trujillo de Tenerife (Canarias).
«Muchos alumnos experimentan frustración e ira ante circunstancias y problemas cotidianos y me gusta ayudarles con estos materiales para una buena gestión de sus emociones»
María Nazaret Carrasco
Así, en el IES María Pérez Trujillo, María Nazaret utiliza el material de Universo de Emociones como herramienta para la educación emocional con sus alumnos.
Resulta llamativo que además de Canarias, solo en otros dos lugares de la Unión Europea se imparte la educación emocional como asignatura obligatoria: Reino Unido y Malta. Sin embargo, todo apunta a que pronto muchos otros países incorporarán esta asignatura a sus planes de estudio.
«Hay una base científica muy fuerte sobre la relación entre la capacidad para aprender y el estado emocional. Lo que más importa es que se haga un cambio de mirada y se tenga en cuenta cómo sienten los niños. Hemos centrado la educación en los contenidos durante demasiados años», explica Verónica Boix, investigadora de Project Zero de la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard, donde cerca de 40 expertos desarrollan nuevas metodologías de innovación.
