El Informe “El futuro del bienestar” ha detectado además otros factores secundarios como el mantenimiento de las relaciones sociales y la preocupación por quién se ocupará de nosotros en el futuro.
Essity acaba de presentar las conclusiones de su informe «El futuro del bienestar» en el que se evalúan las percepciones, creencias y hábitos de la ciudadanía para dibujar un mapa de lo que nos hace sentir seguros, felices y sanos en el día a día.
En una encuesta se ha preguntado a las españolas y los españoles cuáles son los factores que consideran esenciales para su bienestar actual. Para el 50% de los encuestados las seguridad financiera es el más importante, seguido de cerca por encontrarse bien físicamente, libre de dolor y malestar (un 45%).
La estabilidad laboral y contar con una o varias fuentes de ingresos estables y continuas es una de las variables fundamentales para alcanzar el bienestar. Además, influye directamente en las condiciones de acceso al sistema de salud y la implementación de hábitos saludables, como una mejor dieta o la práctica regular de ejercicio.
El 45% de los encuestados considera que lo más importante es hacer ejercicio regularmente, el 38% llevar una dieta saludable y un 35% tener conexión con los seres cercanos. Preocuparse menos es una de las aspiraciones del 30% de las personas que han respondido a la encuesta.
La soledad, la depresión, la ansiedad
El informe “El Futuro del Bienestar” pone de manifiesto, también el impacto que tienen las relaciones sociales en nuestra percepción del bienestar. 2 de cada 10 españoles afirman estar atravesando situaciones como depresión o ansiedad. Es significativo que, cuando se analiza este dato haciendo distinción por franjas de edad, en el segmento de población más joven, de entre 18-25 años, el porcentaje aumenta hasta el 35%.
1 de cada 4 personas encuestadas consideran que la principal amenaza para el bienestar es sentirse solo.
1 de cada 4 personas encuestadas consideran que la principal amenaza es sentirse solo. De estos, de nuevo el segmento de población más joven, es el que maneja un porcentaje mayor, pero también destaca que el 53% de los encuestados de más de 65 años prioriza la relación con amigos y familiares en la construcción de su bienestar.
«Los datos demuestran que la salud mental es fundamental y que las relaciones sociales son necesarias para sentirnos bien. Sin embargo, el tabú todavía existe pues el 18% de las personas que experimentan problemas de salud mental, prefiere no hablar de ello. Comprender las necesidades de la población nos permite una mejor respuesta a las necesidades de la sociedad, desde las empresas, las instituciones públicas y la propia comunidad», añade José Ramon Iracheta de Essity.
Según se desprende de los resultados de la encuesta, el entorno familiar tiene un papel importante para romper un tabú. Tanto es así que un 54% de la sociedad española opina que es necesario que los padres tengan una mayor comunicación con sus hijos sobre los problemas comunes de higiene y salud. Un 42% considera que el gobierno debería emprender más campañas de concienciación y difusión y el 38% cree que, como sociedad, debemos mejorar el autoconocimiento y la búsqueda de información personal.
Centrar los esfuerzos
Si ponemos foco en las amenazas para la salud física y mental y dónde consideramos que la comunidad científica y la sociedad debería dedicar más esfuerzos, el cáncer es la amenaza para la salud donde hay que dedicar más recursos en los próximos 5 años, seguida del bienestar mental, con un 41%, y las enfermedades neurológicas, con el 34%.
Además la encuesta refleja cómo el contexto internacional, con tensiones geopolíticas, guerras y su repercusión en la economía y la sociedad, también nos afecta a la hora de identificar posibles amenazas para nuestro bienestar. Actualmente, la sociedad española percibe la recesión económica como la mayor amenaza para la salud pública, con un 74% de las respuestas, un porcentaje mayor que la media global de los países analizados, que es del 65%. Le siguen la contaminación de los recursos hídricos y la corrupción.