Por todos es sabido que estar de buen humor sienta bien y estar enfadado provoca una mala sensación, pero ¿sabías que lo primero activa tu sistema inmunológico, mientras que lo segundo lo apaga, provoca daños en el corazón y aumenta el riesgo de demencia?
«El estado de ánimo afecta a nuestra salud», resume la doctora Erin Michos, cardióloga y directora del Women’s Cardiovascular Health de la escuela de medicina Johns Hopkins, de Baltimore. Estar de buen humor mejora nuestra salud mientras que, experimentar emociones negativas o desagradables puede perjudicarla.
Las emociones negativas están ligadas a un mayor riesgo de enfermedades del corazón
Según muestran los estudios, las emociones negativas como enfado, hostilidad o pesimismo, están ligadas a un mayor riesgo de enfermedades del corazón, así como a una peor salud cognitiva.
Por contra, un gran número de investigaciones ha demostrado que sentimientos como la felicidad, el optimismo, la gratitud o la satisfacción llevan a una mejor salud mental.
Tener una pareja feliz puede mejorar la salud
En 2016, un estudio sobre psicología de la salud, realizado por William J. Chopik (Universidad de Michigan) y Ed O’Brian (Universidad de Chicago), descubrió que incluso tener una pareja feliz podría mejorar la salud de un individuo y fomentar comportamientos saludables como, por ejemplo, aumentar la actividad física.
Detrás de esto hay una explicación científica sobre cómo la salud psicológica influye en la salud del corazón y el cerebro, explica Michos.
Los sentimientos negativos fuertes, como el enfado, el estrés, la ansiedad o la depresión, activan la amígdala. Esta es la región cerebral que se encarga de las emociones. Se activa el modo «alerta» del cuerpo. Esto dispara los niveles de cortisol y adrenalina, hormonas que hacen que el corazón lata más rápido y aumente la presión sanguínea. «Esto puede ser estresante para el corazón», explica.
Estos sentimientos también pueden hacer que las plaquetas de la sangre formen coágulos. Esto puede desencadenar un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Por otro lado, la doctora Jill Goldstein, profesora de psiquiatría y medicina en la escuela de medicina de Harvard, en Boston, explica los beneficios del buen humor sobre la salud. Un nivel bajo de estrés, el mindfulness y estar de buen humor reducen la cantidad de cortisol que corre por nuestros cuerpos.
En las mujeres, explica, esto protege la producción de estradiol. Un tipo de estrógeno que puede ser importante para preservar una buena salud mental.
En conclusión, los estudios demuestran que estar de buen humor está directamente asociado a una mejor salud cardíaca. Y todo lo que sea bueno para el corazón es bueno también para el cerebro.
Según explica Michos, hay personas con una mayor predisposición natural al buen humor. Sin embargo, muchas técnicas como el mindfulness o el pensamiento positivo pueden aprenderse y entrenarse.
«Cuanto más mayores nos hacemos, el cerebro más difícil es de moldear, pero pude conseguirse»
Jill Goldstein
Nunca es tarde para hacer un cambio, explica Goldstein. «El cerebro es muy retractable. Cuanto más mayores nos hacemos, más difícil es de moldear, pero pude conseguirse», concluye.