El beso más largo de la historia duró 58 horas y marcó el 13 de abril como el Día Internacional del Beso. Pero, ¿cómo afecta a nuestras emociones?

Besar es un acto de cariño que afecta a nuestras emociones. Es parte vital de las relaciones sociales, un intercambio de información que puede revelar en pocos segundos si somos o no compatibles. Con un beso podemos expresar emociones relacionadas con el amor, deseo, pasión, confianza, amistad, amor, calma y seguridad.
Por lo general, las emociones que experimentamos al besar pertenecen a las tres emociones denominadas como positivas, amor, felicidad y alegría. En ocasiones empleamos este acto para navegar por nuestro universo emocional, pasando de un la de tristeza a la alegría.
El beso y el amor van ligados por cómo manifestamos esta emoción. Según el libro de Universo de Emociones, «la función del amor es aumentar las posibilidades de la especie».
¿Por qué nos hace sentir bien?
El acto de besar libera endorfinas que provocan reacciones sensoriales positivas en nuestro cerebro. El beso puede incluso disminuir emociones como el estrés, la depresión y la tristeza.
Tres datos curiosos:
- Al besar se activan hasta 30 músculos.
- Filemamanía es el nombre científico del deseo de besar.
- Las pulsaciones suben de 60 hasta 130 por minuto.
«El único idioma universal es el beso» —Alfred de Musset
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