El Congreso de Colombia ha aprobado la Ley 2491 de 2025, un hito legislativo que convierte la educación emocional en un eje transversal del sistema educativo del país. Esta nueva normativa establece la incorporación obligatoria de las competencias socioemocionales en todos los niveles de la enseñanza formal, desde preescolar hasta la educación media, tanto en instituciones públicas como privadas. El objetivo es claro: promover el bienestar, la salud mental y el desarrollo integral del alumnado en todo el territorio nacional.

Este avance ha sido posible gracias a la labor sostenida de expertos internacionales y organizaciones comprometidas con el bienestar educativo. En particular, destaca la participación del doctor Rafael Bisquerra, referente mundial en educación emocional, quien ha contribuido activamente a la definición conceptual y metodológica de esta ley desde su papel como miembro fundador de la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB).
El propio Senado colombiano ha reconocido oficialmente su papel. En una carta enviada por el senador Carlos Julio González Villa, se agradece a Bisquerra “su participación activa y compromiso” durante todo el proceso, señalando que su aportación ha sido clave para consolidar una política pública transformadora. “Gracias a esfuerzos como el suyo fue posible consolidar una política pública que incorpora la educación emocional de manera transversal”, afirma el documento oficial.
Uno de los instrumentos más influyentes en este proceso ha sido Universo de Emociones, una herramienta visual y pedagógica co-creada por Rafael Bisquerra y editada por PalauGea, que permite representar gráficamente la complejidad del mundo emocional. Este recurso ha sido utilizado en numerosos programas educativos en distintos países y se consolida ahora como una referencia esencial para la aplicación práctica de la ley en Colombia. Su enfoque facilita la comprensión y gestión de las emociones tanto en el aula como en el entorno familiar y comunitario.

La Ley 2491 establece una serie de medidas estructurales para garantizar la implementación efectiva del componente socioemocional: desde la formación obligatoria del profesorado en educación emocional, hasta la creación de guías metodológicas, estrategias inclusivas, y redes de apoyo psicosocial en los centros escolares. La norma también contempla evaluaciones periódicas, intervenciones intersectoriales con el sistema de salud, y acciones específicas para garantizar la atención emocional de estudiantes con necesidades especiales.
Este cambio legislativo no solo responde a una necesidad educativa, sino también a una realidad urgente: los altos índices de deserción escolar, el aumento de los problemas de salud mental en niños, niñas y adolescentes, y la necesidad de transformar las escuelas en espacios más humanos, empáticos y protectores.
Desde PalauGea, como editores de Universo de Emociones y colaboradores activos en su difusión internacional, celebramos este avance como un ejemplo de cómo el conocimiento científico y los recursos educativos pueden contribuir a políticas públicas con impacto real. El doctor Rafael Bisquerra estará disponible para entrevistas con medios de comunicación interesados en ampliar detalles sobre el proceso legislativo, los fundamentos pedagógicos de la ley y su aplicación futura.









