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Cómo evitar los “celos”.
Para comprender el origen de los celos, debemos conocer las emociones que orbitan a su alrededor.
Los celos se encuentran en la cumbre de la galaxia de la ira. Están conectados a «desconfianza» y a su vez con la galaxia de las «emociones sociales».
Comprender las emociones sociales es algo complejo, por ello algunos autores no hablan de ellas. Como resumen, podemos definir las emociones sociales como las emociones que aprendemos a lo largo de nuestra vida, concretamente con el contacto y relaciones personales.
Ver también ¿Qué son las emociones sociales?
Como hemos señalado en otras ocasiones, la ira es una de las emociones más fuertes e intensas que podemos experimentar. Los celos descontrolados pueden llegar a hacernos perder el control y desencadenar acciones de defensa tan fuertes que puede desatar la violencia.
Entender el origen de nuestras emociones es el primer paso para aprender a gestionar lo que nos pasa por dentro.
Pero, ¿cómo podemos evitar los celos?
Debemos ser conscientes que cuando experimentamos celos es una señal de alarma. Somos autores de pensamientos negativos hacia alguien o una escena determinada.
Una vez detectado qué ha sido el causante de alterar nuestro estado emocional, podemos expresarlo escribiendo. Ordenar nuestros pensamientos es un buen método para poder expresarnos de manera adecuada.
Los celos están conectados con la desconfianza. Hablar del origen esa emoción es fundamental para conseguir llegar a un estado de bienestar.
Es momento de analizar qué hemos experimentado y qué sentimos en ese momento. Ser conscientes de nuestras emociones es el primer paso para comenzar a gestionarlas.
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